Los Padres y Hermanos Cruzados, miembros de una orden religiosa de 800 años que tiene su sede provincial en Phoenix, tienen sus corazones abiertos a las varias culturas representadas en el área. Entre ellas, los latinos forman una comunidad numerosa que los Cruzados sirven en Arizona.
Cuatro de los Padres y Hermanos que viven en la ciudad hablan español. El Hermano Jim Lewandowski, OSC, por ejemplo, ha estado ofreciendo clases de ciudadanía a través de los últimos 20 años.
“Caminando Juntos”, un simposio organizado por los Cruzados para examinar el tema de acompañamiento espiritual en la comunidad latina, fue otro signo de su amor por los hispanos. El evento tomó lugar el 25 y 26 de abril en Xavier College Preparatory.
Líderes de la comunidad latina y catequistas de toda la Diócesis de Phoenix se congregaron en Xavier, una secundaria católica para escuchar discusiones, presentaciones, música y participar en la Santa Misa durante los dos días del simposio.
El Arzobispo Gustavo García-Siller de San Antonio, un miembro de los Misioneros del Espíritu Santo, dió dos de las presentaciones principales del evento.
El Arzobispo García-Siller empezó su charla con la lectura del evangelio sobre Pentecostés, que él describió como el paso que tranformó a los apóstoles. La llegada del Espíritu Santo les dió el poder de dejar la seguridad del cenáculo e ir hacia la plaza pública para proclamar la Buena Nueva, dijo el Arzobispo García-Siller.
“La Iglesia nace como el mensaje del amor incondicional de Dios y la salvación se proclama sin restricciones religiosas, linguísticas y culturales habituales de quien es ‘elegido’ y quien es ‘forastero’. Todos son invitados y todos pertenecen a la familia de Dios, la Iglesia”, enfatizó el Arzobispo García-Siller.
Ese mensaje de inclusión fue central al tema: el arzobispo lamentó las estadísticas que demuestran cuantos hispanos están abandonando la Iglesia Católica. Un estudio publicado por el Pew Research Center demostró que aunque en 2007 unos 68 porciento de los hispanos se identificaron como católicos, ese número bajó estrepitosamente a 55 porciento en 2013.
Los hispanos forman una población joven y creciendo, y el futuro de la Iglesia Católica en los Estados Unidos “está directamente relacionado a cuán eficazmente responde a las necesidades pastorales, educativas y de justicia social de los latinos hoy”, dijo el Arzobispo García-Siller. Hay muchos desafíos que hay que enfrentar, dijo, y la Iglesia tiene que recordar su vocación misionera y ir hasta las periferias, como ha dicho el Papa Francisco.
Jimena Aragón, directora de ministerio hispano para la Parroquia del Sagrado Corazón, ubicada en Prescott, dijo que las presentaciones del simposio fueron muy beneficiosas como fuente de información para su comunidad.
“Esta conferencia me ayuda a nutrirme y a mi espiritualidad personal para poder llevarla a mi comunidad”, dijo Aragón. “Como dice el arzobispo y si es necesario, irle a tocar las puertas con ese espíritu misionero como Cristo lo hubiera hecho”.
Carmen Portela, directora de liderazgo y apoyo en español a las parroquias para la Diócesis de Phoenix, también salió del simposio con una buena impresión. La diócesis “es misionera en muchos de sus programas y proyectos” dijo Portela, pero para salir, como dice el Papa Francisco, es necesario estar fortalecido con la fuerza del Espíritu Santo para poder atraer a la gente “no a sacerdotes, ni a líderes o a movimientos, sino a Cristo”.