Beneficiarios del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), asistieron a una reunión binacional llamada “Keep Our Dream Alive” (“Mantengan Vivo Nuestro Sueño”) en el 2017. Los “DREAMers”, se congregaron en Sunland Park, Nuevo México, localizado en la frontera de Estados Unidos y México. (CNS photo/Jose Luis Gonzalez, Reuters)

LOS ÁNGELES (ACI) — El Arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), afirmó en su última columna semanal que el 2018 será año con “incertidumbre y temor acerca de la inmigración”, por tal motivo pidió al Congreso que ayude a solucionar el problema.

El arzobispo dijo que “como nación” Estados Unidos “una obligación moral y humanitaria para con los ‘DREAMers’. Estos jóvenes no han hecho nada malo”.

Por su parte, el Presidente Donald Trump y un grupo bipartidista del Congreso se reunieron el 9 de enero en la Casa Blanca para discutir una medida para conservar el Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), así como la demanda de Trump del muro en la frontera y otras medidas de seguridad.

En septiembre, Trump anunció la terminación de DACA, el cual fue creado por el Presidente Barack Obama en el 2012 mediante una orden ejecutiva. Al mismo tiempo, Trump urgió al Congreso a buscar una solución legislativa para mantener ese programa.

Muchos están llamando a aprobar el Acta de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros, o “DREAM Act.”

En una declaración emitida el 10 de enero, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sara Sanders, dijo: “Un asunto de esta magnitud debe canalizarse a través de un proceso legislativo normal. El Presidente Trump está comprometido con hacer cumplir la ley, y trabajara con ambos partidos para buscar una solución permanente que corrija las acciones inconstitucionales de la administración pasada”.

“Espero que se unan a mí para exigirles a nuestros líderes en el Congreso que los ayuden con un espíritu de generosidad y justicia”, exhortó el Arzobispo Gómez.

El Arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, y el vice presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, entrega la homilía para la Misa inaugural de la Conferencia Amor y Verdad en la Parroquia San Pablo en este foto archivo del 9 de enero del 2017. El arzobispo, vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos en los Estados Unidos, publicado una columna sobre los DREAMers. (Tony Gutiérrez/CATHOLIC SUN)

Al inicio de su columna, el arzobispo recordó que la eliminación del DACA significaría una “crisis humanitaria” en su estado, debido a que más de una cuarta parte de los jóvenes beneficiarios del programa de la nación viven en California.

“De acuerdo a la mayoría de las estimaciones, hay alrededor de 125 mil que viven dentro de los límites de la Arquidiócesis de Los Ángeles, más que en cualquier otro lugar del país”, indicó.

Sobre los “DREAMers”, dijo que no tienen la culpa de ser “ilegales”.

“Casi todos ellos — el 97 per ciento — están ya sea en la escuela o desempeñando un empleo. Alrededor del 5 per ciento ya emprendieron su propio negocio y 15 per ciento han comprado ya su primera vivienda. Estos son buenos chicos y deberíamos ayudarlos a desarrollar los potenciales que Dios les ha dado, a mantener unidas a sus familias y a hacer su propia contribución al ‘sueño americano’”, aseguró Arzobispo Gómez.

Cabe recordar que el pasado 2 de diciembre, durante su homilía en la Misa con la que culminó el tradicional evento Honra a Tu Madre en honor de la Virgen de Guadalupe, el Obispo Auxiliar de la Diócesis de Phoenix, Eduardo A. Nevares envió un fuerte mensaje sobre el tema de los “DREAMers” y sobre el tema de inmigración. “Las leyes de este país están quebradas”, advirtió, al señalar que hoy en día si alguien quiere venir a Estados Unidos legalmente el proceso puede tardar hasta 15 años.

Y enfatizó: “Es tiempo de ser grandes cristianos y seguidores de Dios…de pelear por esas personas más vulnerables, nuestros hermanos indocumentados”; particularmente los DREAMers.

También advirtió que con la terminación de DACA miles de jóvenes estarían en peligro de ser deportados a sus países de origen.

El Arzobispo Gómez añadió que, según los líderes empresariales, “ellos son esenciales para nuestro futuro económico” porque “contribuyen con más de 460 mil millones de dólares a nuestra economía y con otros 24 mil millones de dólares en impuestos”.

Brenda Martínez (izquierda) une un rompecabezas con sus hijas, Luna de 4 años y Athenea de 5 meses, en su casa en Indianápolis. Brenda vino a Estados Unidos desde México a la edad de 6 años y actualmente está protegida por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia.. (CNS photo/Katie Rutter)

Por tal motivo, el arzobispo cree que arreglar el programa DACA “debería entonces ser algo sencillo”.

“Nuestro sistema ha sido defectuoso durante mucho tiempo y hay demasiadas cosas que están mal. El Congreso debería tomarse el tiempo de debatir los problemas de manera adecuada y elaborar verdaderamente un sistema de inmigración que refleje las realidades globales de la economía del Siglo XXI”, afirmó.

El día de la reunión del presidente y los legisladores en la Casa Blanca, un juez de distrito de la Corte de San Francisco bloqueó la decisión de Trump de rescindir DACA, ordenando al Gobierno Federal seguir aceptado las aplicaciones de renovación de los beneficiarios del programa. La decisión, que puede ser apelada, también estipula que el gobierno no tiene que aceptar las aplicaciones de aquellos que no están inscritos en DACA.

En un documento de 49 páginas, el Juez William Alsup, de la Corte de distrito del norte de California, calificó como apropiada su decisión porque “nuestro país tiene un fuerte interés en uniformar la aplicación de las leyes y políticas de inmigración”.

La decisión de Alsup se dio como parte de una demanda contra la finalización de DACA, que fue presentada contra el Departamento de Seguridad Nacional por parte de la Universidad de California y otras entidades.

Finalmente, dijo el Arzobispo Gómez que “el punto importante es que necesitamos una reforma total de nuestro sistema de inmigración, y ésta no debería de estar vinculada al debate actual sobre el programa DACA ni con los ‘DREAMers’”.

“Tenemos que decirles a nuestros líderes que arreglar el programa DACA debería ser el primer paso en la reforma de inmigración sistemática que se requiere desde hace mucho tiempo”, concluyó.


Partes de este artículo fueron traducido desde artículos de Catholic News Service.