18th-century friar recognized for ‘missionary zeal’
[dropcap]E[/dropcap]l Beato Junípero Serra, que pronto será canonizado como santo, se ha convertido en el nuevo mejor amigo de la artista Renee Bau, que tiene un retrato de 48 por 70 pulgadas del “Apóstol de California” en su estudio. La Basílica de Santa María recientemente encargó a Bau pintar al santo antes de fiestas locales de su canonización.
Observando cómo las imágenes de Junípero Serra demuestran un aspecto severo, ella y el párroco de Santa María, el Padre Franciscano Michael Weldon, decidieron que ella pintara un retrato. “Yo quería que se mostrara en una forma compasiva”, ella dijo.
El Beato Junípero Serra, un misionero Franciscano que dejó a una prometadora carrera académico en España para venir al mundo nuevo, será canonizado el 23 de septiembre en Washington, D.C., por el Papa Franisco durante su visita apostólica.
“Tratando de entender a Serra, su celo misionero fue envuelto en un amor de la cruz”, dijo el P. Weldon. “Su trabajo era salvar almas, para ir a recoger tantos como podía para la gloria de Dios”.
Es este “celo misionero” que le llevó a ser adoptado como patrono de las vocaciones.
“El corazón de orar por las vocaciones es la salvación de las almas”, dijo el Padre Paul Sullivan, el director diocesano de vocaciones, agregando que está inspirado por la fortaleza del Beato Junípero Serra, ejemplificada en la fundación de misiones a lo largo de la costa de California a pie de un día unos a otros.
Tom Castellanos, el gobernador de distrito de Arizona de Serra Internacional — una organización de laicos católicos dedicada a la promoción de las vocaciones — dijo que los Serrans de la diócesis están “eufóricos de que nuestro patrono va a ser canonizado”. El distrito incluye tres clubes en la diócesis.
El sacrificio del Beato Junípero Serra en dejar las comodidades de su casa sirve como modelo para las vocaciones, dijo el Obispo Thomas J. Olmsted.
“Hay algo acerca de Junípero Serra que nos mueve a pensar en Dios llamando a otras personas para seguir sus pasos y llevar la Buena Nueva de Cristo a otros”, dijo el Obispo Olmsted. “Hizo un gran sacrificio para sí mismo … para responder a una llamada de traer a Cristo a una cultura completamente diferente”.
Como un pastor, el obispo contempla al Beato Junípero Serra por su valor y su santidad.
Lea el artículo del Obispo Olmsted, sobre Junípero Serra: “La determinación de un misionero: San Junípero Serra“
“Realmente amaba a los indios. No tenía duda en su mente de su igual dignidad a la de cualquier otra persona. Pensó en California como su país. Aunque la corona española reclamó, sentía cómo aquellos que llegaron, incluso, los mismos misioneros, fueron los invitados de las personas que estaban allí. Así que para mí es un gran ejemplo de cómo acercarse a la gente a que fui enviado para servir”, añadió.
Aunque ha habido cierta controversia que rodea su canonización de algunos grupos argumentando que el Beato Junípero Serra destruyó la cultura nativa americana, el obispo observó que mientras que muchos en esa época tomaron ventaja de la población nativa, era Serra quien defendió los derechos de los nativos americanos. El P. Weldon también señaló que en algunas entrevistas de los nativos americanos en las generaciones después, muchos pidieron por su intercesión y una devoción popular comenzó a desarrollarse.
“Creo que claramente el Papa Francisco ha visto la pasión de un misionero en Serra — un heroísmo increíble, y un creatividad increíble, que creo verdaderamente indica a un hombre de gran santidad”, dijo el P. Weldon.
El Papa Francisco está enviando un mensaje a los católicos de los Estados Unidos con la canonización del Beato Junípero Serra, dijo el Obispo Olmsted. “Para su primera visita a los Estados Unidos, para canonizar a un gran discípulo misionero heroico como Junípero Serra, es uno de los mensajes más fuertes que puede dar a la gente de los Estados Unidos acerca de lo que Cristo nos está llamando a ser hoy”.
Cuando Bau estaba investigando y pintando el retrato que se dará a conocer en la Basílica de Santa María durante las fiestas de la canonización, su párroco le dijo que pidiera su intercession.
“Una paz descendió sobre mí”, dijo ella. “Cuando trabajas en una pintura tanto como he trabajado en esta pieza, crece el afecto por ella. [En el retrato] tiene los ojos amables y una mirada amorosa. Tal vez esa fue su intercesión”.