[dropcap]E[/dropcap]n este mes de octubre del 2015, proclamado por el Papa Francisco como Año de la Vida Consagrada, The Catholic Sun presenta una breve semblanza del fraile franciscano mejor conocido como Hermano “Tito”, quien realiza su labor en la Basísilica Santa María, en Phoenix.
Los franciscanos cuentan por miles sus miembros entre frailes, religiosas y sacerdotes; entre ellos hay hasta obispos, incluso, quienes consagran su vida a Dios a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia.
En la Diócesis de Phoenix algunos sacerdotes y frailes franciscanos prestan sus servicios en parroquias, escuelas y en la Basílica Santa María; se les distingue por su tradicional hábito color café y porque siempre usan guaraches o sandalias.
El nombre de pila del Hermano “Tito” es Javier García Márquez y es originario de San Juan de los Lagos, Jalisco, México; de 46 años de edad, es el noveno de 19 hijos de José de Jesús García y Teresa Márquez.
Sun: ¿Por qué le llaman “Tito”?.
Hno. Tito: Desde niño así me llaman. En mi familia cada uno tenemos un sobre nombre de cariño y el mío es “Tito”. De hecho todos me llaman así y así es como se me conoce, como Hermano “Tito”.
Sun: ¿A qué edad sintió el llamado de Dios y cómo ocurrió?
Hno. Tito: Fue a mis 21 años; estaba yo estudiando en un colegio de monjas. En ese tiempo tuve contacto con los franciscamos y me gustó el trabajo que hacen en escuelas, parroquias y entre las comunidades pobres ayudando a los más necesitados; un año más tarde ingresé a esa orden a estudiar.
Sun: ¿Cuándo profesó como fraile fransciscano mediante sus votos de pobreza, castidad y obediencia?.
Hno. Tito: El 17 de junio de 1998 hice mis votos temporales y el 21 de agosto del 2004 profesé mis votos perpetuos.
Sun: ¿Qué estudios superiores tiene y en qué partes del mundo ha desarrollado su labor?.
Hno. Tito: Tengo una licenciatura en Sociología y me falta terminar una Maestría en Divinidad, con miras a ser sacerdote; esa es mi meta, ordenarme algún día como sacerdote franciscano. He trabajado en Guatemala, El Salvador, México y los Estados Unidos, concretamente en Phoenix.
Sun: ¿Hace cuánto sirve en la Diócesis de Phoenix y qué labor desempeña?.
Desde el 2008 llegué a la Diócesis de Phoenix y desde entonces soy director de educación religiosa para niños y adultos en la Basílica de Santa María; así que soy responsable de preparar, desarrollar y supervisar todos los programas de educación religiosa.
Sun: ¿Qué es lo que más le gusta de la vida consagrada, de ser fraile franciscano y qué mensaje tiene para aquellos jóvenes que tal vez sienten el llamado?.
Hno. Tito: De la vida religiosa y de ser fransicano me gusta el trabajo por los pobres; a los jóvenes les digo que no tengan miedo al llamado de Dios, inténtenlo; será una gran bendición.