En vista de la creciente tensión y especulación sobre el futuro de la Acción Deferida para los Llegados desde Niños (DACA), los Obispos Católicos de Arizona y Nuevo México quieren reiterar su sólido y comprometido apoyo para los jóvenes de DACA, para que no vivan en miedo de ser deportados. Estos jóvenes entraron al país como niños y deben tener la oportunidad de quedarse en nuestro país para ser educados aquí y tener la oportunidad de ejercer sus dones en beneficio de nuestra nación.
Actualmente, DACA protege a casi 800,000 de estos jóvenes, mientras les permite vivir y trabajar en nuestro país sin miedo a ser deportados. Por medio de DACA han avanzado su educación, empezado pequeños negocios y se han integrado a nuestras comunidades en Arizona y Nuevo México.
Aunque DACA no es una solución permanente apoyamos que continúe hasta que se encuentre dicha solución.
Por lo tanto, urgimos a nuestros líderes en el gobierno federal a que avancen soluciones permanentes que le den alivio a estos jóvenes, junto con la oportunidad de obtener la residencia permanente y eventualmente la ciudadanía.
Pedimos a toda la gente de buena fe que nos acompañe en oración y abogacía por los esfuerzos del gobierno para proteger a los jóvenes de DACA y por una reforma a nuestras defectuosas políticas migratorias.
Sinceramente suyos en Cristo,
Reverendísimo Thomas J. Olmsted
Obispo de Phoenix
Reverendísimo Eduardo A. Nevares
Obispo Auxiliar de Phoenix
Reverendísimo John C. Wester
Arzobispo de Santa Fe
Reverendísimo Oscar Cantú
Obispo de Las Cruces
Reverendísimo Gerald F. Kicanas
Obispo de Tucson
Reverendísimo James S. Wall
Obispo de Gallup