GILBERT — Durante la realización de la 2a. Cena-Gala Pro-vida organizada por la Diócesis de Phoenix, a través de la Oficina de Apoyo al Liderazgo Parroquial Hispano, católicos del Valle del Sol renovaron su compromiso para defender la vida, el matrimonio y la familia, ante ataques provenientes de diversas corrientes que promueven el aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el divorcio y la adopción de niños por parte de homosexuales.
Al evento, realizado en la ciudad de Gilbert y encabezado por el Obispo Thomas J. Olmsted, asistieron sacerdotes, religiosas, líderes parroquiales y fieles comunes de distintas parroquias de la diócesis.
Al comienzo del mismo, el Obispo dio su bendición a todos, dirigió una oración y felicitó los organizadores, particularmente a Carmen Portela, por los esfuerzos realizados para seguir trabajando en la defensa de la vida y de la familia.
El líder eclesiástico expresó: “En la Diócesis de Phoenix somos bendecidos por Dios, somos comunidades vivas … Aquí somos pro vida porque nuestras familias son pro vida; en cada una de ellas vemos el signo del amor de Dios”.
Por su parte, Carmen Portela recordó que desde el 2008 en la Diócesis de Phoenix, bajo el liderazgo del Obispo Olmsted comenzaron a implementarse programas bilingües pro vida, los cuales han ido creciendo y produciendo frutos en las parroquias.
Indicó que la Cena- Gala Pro Vida tiene como finalidad recaudar fondos para apoyar la formación de líderes bilingües, para que ayuden en sus parroquias en todos los ministerios y apostolados, sobre todo lo referente a la defensa de la vida y de la familia.
“No olvidemos que la evangelización del Siglo 21 gira alrededor del respeto a la vida”, expresó la directora de la Oficina de Apoyo al Liderazgo Parroquial Hispano, quien agradeció a todos por su asistencia y a los que patrocinaron el evento.
El orador principal fue Juan Manuel Dabdoub Giacoman, Fundador y Presidente del Consejo Mexicano de la Familia, quien el año pasado organizó en la Ciudad de México una marcha multitudinaria en defensa de la vida y la familia.
En su exposición se describió a sí mismo como “un católico rebelde por naturaleza e idealista por convicción”.
También dijo que es un “católico reconvertido”, ya que después de crecer y ser educado en colegios católicos, cuando era adulto joven se retiró durante 15 años de la Iglesia, pero regresó cuando los dos mayores de sus cuatro hijos hicieron la Primera Comunión.
Alzar la voz
Juan Manuel Dabdoub Giacoman, quien ha causado revuelo en México y otros países por su férrea defensa de la vida y de la familia, recordó que comenzó a involucrarse en estos asuntos en 1994, cuando asistió en El Cairo a la Conferencia Mundial de la Población, que realizó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y donde fue proclamado por vez primera el Año Internacional de la Familia.
Evocó la lucha de ideas y principios protagonizada por los representantes de Estados Unidos y el Vaticano acerca de la vida y sus debates sobre el aborto.
“A raíz de eso la revista Newsweek nombró al (entonces) Papa Juan Pablo II ‘Hombre del Año’, porque venció a las huestes de Bill Clinton, impidiendo que el aborto fuera permitido como método de planificación familiar”, subrayó el orador.
También contó que hace cuatro años fundó el Consejo Mexicano de la Familia, que hoy en día abarca a miles de familias, y que el año pasado logró recabar 240,000 firmas para someter en el Senado una iniciativa de reforma del Artículo 4 de la Constitución Política Mexicana, para proteger el matrimonio y la familia natural.
Explicó que dicha iniciativa rechaza el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto y la adopción de niños por parte de homosexuales.
Añadió que la iniciativa sigue detenida en el Senado, pero seguirán empujándola.
Dabdoub Gicacoman señaló: “La lucha no ha sido fácil, hemos sido blanco de ataques, pero seguiremos adelante”.
Enfatizó que “es necesario alzar la voz y no quedarnos callados, nos están ganando la batalla los que promueven el aborto, necesitamos actuar”.
Recordó un pasaje del Apocalipsis que dice que Dios vomita al que no es frío ni caliente, sino que es tibio. “Qué palabras tan duras de Dios para sus hijos que son tibios, los vomita, así que es necesario salir de la mediocridad y alzar la voz para defender la vida y la familia”, manifestó.
Al final del evento Rosie Villegas-Smith, directora y fundadora de Voces Unidas por la Vida, dijo sobre el discurso: “Se me quedó muy grabado el llamado a no ser cobardes, a no tener miedo y a atrevernos a defender la vida y la familia, ser pro activos”.
Añadió que una de las formas más efectivas de hacer esto es mediante la oración, así como en la participación en marchas y otras actividades en contra del aborto.