ABOVE: Jóvenes cargan el cartel de Arizona por la Vida en el frente de la Marcha Arizona por la Vida por la calle Washington el 20 de enero. (Jesús Valencia/CATHOLIC SUN)
Jóvenes de Arizona son una generación provida
¡“Nosotros somos una generación provida”!. Esa fue una de las principales consignas que los participantes en la Marcha y Rally Arizona por la Vida, quienes por cierto en su mayoría eran jóvenes y niños, gritaron en su recorrido de dos millas desde la Plaza César Chávez hasta la Plaza Wesley Bolin, frente al Capitolio Estatal en el centro de Phoenix.
La marcha fue organizada por una coalición que incluyera la Oficina de Matrimonio y Respeto a la Vida de la Diócesis de Phoenix, y tuvo lugar el 20 de enero, misma fecha en que se llevaron a cabo marchas similares varias ciudades alrededor del país en las que participaron millones de personas, al cumplirse un año más de la legalización del aborto en los Estados Unidos.
En Phoenix se contaron por miles las personas que tomaron parte en la marcha y se manifestación a favor de la vida, convirtiendo la calle Washington entre las avenidas Segunda y 17 en un verdadero río humano.
Desafiando las gélidas temperaturas y los fuertes vientos, los manifestantes alzaron su voz, prestándola a aquellos bebés no nacidos que aún no tienen voz pero que desde el vientre de su madre piden respeto a su vida y su dignidad humana. Convencidos de que la vida humana comienza desde el momento de la concepción, la mayoría iban vestidos con una camiseta de color azul conmemorativa del evento masivo.
Varios chicos, entre ellos pequeños de entre 6 y 10 años, también portaban pancartas en las que expresaron su rechazo al aborto y exigían respeto a la vida. En dichas pancartas podían leerse frases como: “Yo soy una generación provida”, “Mami, toma mi mano no mi vida”, “Todas las vidas importan”, “La adopción como opción”, “Alto al aborto ya”, “Los abortos matan niños”, “Escoge la vida”, “Cada bebé es un regalo, no un intruso”, “Amamos a los bebés”, “Vota provida” y “Apoyamos a las mamás provida”, entre muchas otras.
Entre el grupo de jóvenes que iban al frente de la marcha estaban Brandon Rosales y Ricardo González, ambos de 15 años de la Parroquia Cristo Rey en Mesa, y quienes por cierto se están preparando para la Primera Comunión.
“Yo vine porque quiero expresar que soy una generación a favor de la vida y que estoy en contra de la cultura de la muerte como lo es el aborto”, dijo Rosales.
“Mis compañeros y yo vinimos a esta marcha para exigir respeto a la vida de las personas, que se respete la vida de los bebés que aún no han nacido”.
Emotivos discursos
Los manifestantes se concentraron en la Plaza Weley Bolin, frente al Capitolio del Estado; ahí los esperaban en un templete los Obispos Thomas J. Olmsted y Eduardo A. Nevares, así como el Gobernador de Arizona, Doug Ducey, entre otras personalidades.
Hubo varios discursos, todos ellos muy emotivos.
El Obispo Olmsted comenzó agradeciendo a todos por su asistencia y participación en esa marcha anual por la vida.
Comentó que el año pasado en Arizona se produjeron 13,000 abortos, por lo que es necesario levantar la voz para exigir respeto a la vida de los bebés no nacidos.
“Por eso estamos aquí de pie”, expresó en su discurso que pronunció tanto en inglés como en español.
“Estamos aquí para dar gracias a Dios por el don de la vida y la fe … para mostrar nuestra gratitud a Dios por el valor de la vida humana”.
Recordó el Obispo de Phoenix que “somos hijos e hijas de Dios. Hemos sido creados a su imagen y semejanza. … Quizás a veces no se respeta nuestra dignidad, pero la dignidad humana es para siempre”.
Cabe mencionar que, a una sola voz, los participantes en la marcha le mostraron su gran cariño al pastor y líder católico cantándole “Feliz cumpleaños” cuando terminó de hablar a la multitud. El obispo celebraría su cumpleaños el siguente día.
El Gobernador Ducey comenzó su discurso resaltando la participación de tantos jóvenes, convirtiéndose así en protagonistas de la marcha por la vida.
“Es grandioso ver tanta gente joven”, expresó el mandatario, al enfatizar: “En Arizona respetamos la vida … porque cada etapa de la vida es preciosa”.
Senaló que los bebés, tanto nacidos como no nacidos, “tienen dignidad, y merecen respeto y protección”.
Alentó a todos a seguir defendiendo el respeto a la vida, y él mismo refrendó ese compromiso como persona y como gobernador de Arizona.
Tras asegurar que en Arizona se continuarán con los esfuerzos para promover la cultura de la vida, Ducey recalcó que como aquí, millones de Americanos en todo el país están unidos por la vida futura.
También mencionó que recientemente firmó una ley que obliga a los médicos a hacer todo lo posible para salvar las vidas humanas; y reconoció la generosidad de miles de familias que ofrecen apoyo a niños con necesidad de un hogar. Dijo que el año pasado en el estado fueron adoptados 11,000 menores, quienes hoy ya tienen un hogar y una familia.
Casi al final de su discurso Ducey manifestó: “Arizona es el estado más provida de América”, ganándose así la ovación de la muchedumbre.