ARRIBA: El Cardenal Francisco Arinze saluda a fieles después de hablar sobre “Humanae Vitae” en la Parroquia San Pablo el 20 de abril. (Jesús Valencia/CATHOLIC SUN)
Apuntando que los sacramentos de la Confesión y la Eucaristía eran los dos que fueron mencionados más a menudo en la encíclica “Humana Vitae” del Beato Papa Pablo VI, el Cardenal Francisco Arinze reflexionó sobre el rol que la vida sacramental hace en el matrimonio, durante su visita a la Diócesis de Phoenix.
El Cardenal Arinze, originalmente de Nigeria y el prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, se dirigió a una multitud de aproximadamente 300 personas en la Parroquia San Pablo el 20 de abril, como un parte de un “Serie Pastoral” celebrando 50 años de la promulgación de “Humanae Vitae”.
“La penitencia es el Sacramento de la Misericordia de Dios. Así recibimos el perdón de Dios y la seguridad de la restauración de la gracia a una persona que ha tenido la desgracia de caer en pecado mortal,” dijo el Cardenal Arinze.
Ir a la confesión también perdona los pecados veniales y “le da al penitente la gracia necesaria para hacer un progreso constante en la vida espiritual”, dijo el cardenal, alentando a los fieles a ir cada mes. También necesaria para el crecimiento espiritual es la Santa Eucaristía, añadió.
“El ejemplo es más poderoso que las palabras. Si los hijos ven que los padres toman en serio la participación en la Misa, y además ven que los padres van a la Confesión, y observan que sus padres reciben la santa Comunión, los niños aprenden, aún más que en la clase de catecismo,” dijo el Cardenal Arinze. “Si los niños se dan cuenta de que sus padres respetan a los sacerdotes y respetan a la bendita Virgen María y lo que se trata de la Misa, todo eso es una formación para ellos”.
El sacramento del matrimonio empodera a ellos “que manejarán a la Iglesia del hogar, la Iglesia doméstica, el santuario del hogar, y prepara a los niños para que haya una futura generación”, dijo.
“Se perfeccionan uno al otro, llegan a ser un medio de la gracia uno al otro, llegan a ser medio de crecimiento humano uno al otro, y ofrecen un hogar a los niños, porque los niños necesitan ese hogar”, dijo el Cardenal Arinze. “No se puede inventar nada mejor que el matrimonio y la familia, ni tampoco se puede inventar de nuevo. Cualquier esfuerzo humano que se hace hacia un cambio de esto está condenado al fracaso”.
Enfatizó que las dimensiones unitivas y procreadas no pueden ser separadas.
“Ningún ser humano tiene derecho a cortar o partir una dimensión de la otra. Por esta razón, los anticonceptivos son contra la ley de Dios”, dijo. “No es la ley de la Iglesia— es la ley de Dios porque el uso del anticonceptivo significa que el hombre y la mujer desean hacer su acción, la cual se reserva al hombre y su esposa, pero toman otra acción para prevenir la conclusión de nueva vida, y esto significa que desean engañarle a Dios, ser más inventivos que Él, hacer algo en contra a Él”.
El Cardenal Arinze, quien estaba sirviendo como arzobispo de Onitsha, Nigeria, durante la promulgación de la encíclica, recordó como la conferencia de los obispos de Nigeria invitaron al Dr. John Billlings, uno de los pioneros de la Planificación Natural Familiar, a visitar y ayudar a fortalecer programas de PFN a través del país.
“Planificación Natural Familiar … respeta la ley de Dios porque se preserva la dignidad de la mujer, el mutuo respeto entre el hombre y su esposa, y la disciplina entre parejas — porque para seguir a Cristo tiene que haber algún tipo de disciplina”, dijo. “No existe ninguna forma de Cristiandad en la cual no hay cruz— ninguna, no existe, porque Él mismo, Cristo, dijo, ‘El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y me siga’”.
Victoria Smith, facilitadora de educación en español para la oficina diocesana de Planificación Natural Familiar, quiere a llevar el mensaje del Cardenal Arinze a su familia y a su ministerio.
“Enseñaré su mensaje a mi familia porque una vida de oración es importante para cada persona, especialmente en la enseñanza de la PNF”, dijo Smith. “Incorporaré este bello mensaje en nuestras presentaciones de PNF para que todas las parejas comprometidas conozcan y participen de corazón en la sagrada Liturgia y en los sacramentos, enseñando así a sus hijos y a su vez a muchas generaciones futuras”.
Lorena y Edmundo García, coordinadores de la preparación matrimonial e instructores de PNF en la Catedral SS. Simón y Judas, dijeron que a la participación activa, consciente y plena en la liturgia Eucaristística, como dijo el cardenal, es muy importante.
“Para nosotros es seguir transmitiendo y reafirmar las enseñanzas sobre la importancia del vínculo sagrado del matrimonio, y el respeto a la vida, para así reafirmar y mantener vivo y claro este mensaje”, dijeron. “Para poder hacer realidad la alegría del Evangelio en nuestras vidas”.