Vestidos de diferentes santos, niños de distintas edades llegaron a través de la Diócesis de Phoenix a la Parroquia Santísima Trinidad para participar en la Feria de Vocaciones el 28 de octubre, cuya parte central fue la Misa bilingüe encabezada por el Obispo Thomas J. Olmsted.
La iglesia estuvo llena a su máxima capacidad, con la asistencia de cientos de fieles devotos que escucharon atentos las palabras de su pastor, quien los alentó para que se mantengan firmes en su fe a Jesucristo.
“Estamos aquí para dar gracias a Dios por todos los santos que han decidido servir a Cristo”, dijo el obispo.
Exhortó a los presentes a mantenerse “en oración con gratitud y ánimo, como una elevación a la voz y al amor de Dios”.
El Obispo Olmsted les pidió con tono vehemente: “Recen por las vocaciones”, para que tengan perseverancia en la oración y sigan sonriendo … para que sigan caminando en la fe y la fidelidad.
Como cada año, varios niños caracterizaron a diferentes santos de la Iglesia Católica a través de su vestuario; cabe subrayar que la Feria de Vocaciones se realiza el domingo anterior a la Fiesta de todos los Santos, por eso se invita a los padres de familia a que lleven a sus hijos vestidos de algún santo, convirtiendo así el evento en una fiesta de “santos”.
Alan Aranda, de 8 años, portaba el atuendo del Papa Francisco, y su hermano Akxel, de 11, andaba vestido como San Pío de Pietrelcina; asistieron acompañados por sus padres Rodolfo y Patricia Aranda de la Parroquia Reina de la Paz en Mesa.
“Este es como el tercer año que asistimos a la Feria de Vocaciones y ellos quisieron vestirse así”, dijo Rodolfo.
Akxel comentó a El Sol Católico que recientemente vio la película de la vida del santo y le impresionó lo relacionado a los estigmas de Cristo que experimentaba en su propio cuerpo.
De la Parroquia San Jerónimo asistieron Óscar e Izchel Labastida; ellos llevaron a su hijo Diego, de 5 años, vestido como San Francisco de Asís porque al niño le gustan mucho los animales, mientras que a su niña Mía, de 1 año, la vistieron como Nuestra Señora del Carmen porque la familia es muy devota de esa Virgen.
“Nos gusta mucho que la Iglesia haga esto. ¿Qué Católico no quisiera que sus hijos fueran santos? Tal vez esta es una manera de inculcarles eso a nuestros niños”, expresó Óscar.
Al finalizar la Misa el párroco de la Santísima Trinidad, P. Dale Craig, SOLT, recordó que las vestimentas de los niños “no son disfraces, sino una inspiración en la vida de los santos”. Pidió a los niños varones ahí presentes considerar la idea de entrar al seminario para posiblemente algún día sean sacerdotes.
Posterior a la celebración Eucarística hubo una recepción en el salón parroquial, y una exhibición con mesas informativas en las que religiosas de distintas congregaciones hablaban con las familias y entregaban material.
“Estamos aquí para decirles a las familias, sobre todo a los niños y los jóvenes que Dios nos llama a todos a servirle, pero tal vez alguno tenga vocación para la vida religiosa o el sacerdocio”, dijo la Hna. Nicoline Dungdung, MC.
Por su parte la Hna. Marina Coatl, de las Misioneras Carmelitas de Santa Teresita del Niño Jesús, expresó: “Queremos decirles a las muchachas y los jóvenes que no tengan miedo decirle sí a Jesús. Es hermoso servirle a Dios; si alguna joven tiene la inquietud de ser misionera que se acerque a nosotros para darle información”.
Como directora de la Oficina de Vida Consagrada de la Diócesis de Phoenix y organizadora de la Feria de Vocaciones, la Hna. María Anthony Diago, RSM, sostuvo: “Esta es una oportunidad para decirles a los jóvenes y las jóvenes que la vida religiosa nunca es aburrida, es una vida hermosa en la que pones tus dones al servicio de los demás. Esta es una vida de alegría en la que sirves a Dios y a su Iglesia”.
En su carácter de director asociado de la Oficina de Vocaciones en la diócesis, el P. Fernando Camou expresó: “Esta feria despierta en los jóvenes la inquietud por el sacerdocio y la vida consagrada; muchos no conocen a Dios y es una gran pena, pero hoy les decimos que no tengan miedo, que no se acobarden”.