Misa de la Jornada Mundial del Enfermo
Sábado, 9 de febrero, 1-4 p.m.
Catedral SS. Ss. Simón y Judas, 6351 avenida 27 norte, Phoenix
Los asistentes pueden recibir el sacramento de la Unción de los Enfermos.
La Misa será transmitida en vivo en:
Tim Jeffries conoce el dolor físico. A sus más de 50 años, Jeffries se ha sometido a seis cirugías de columna y otras 11 operaciones. Sin embargo, considera que muchos otros que viven con dolor crónico y enfermedades que amenazan su vida están peor que él. Cualquiera de esas personas, junto con Jeffries y muchos otros, pueden asistir a la Misa Anual Bilingüe de la Jornada Mundial de los Enfermos de la Diócesis de Phoenix, en la Catedral SS. de Simón y Judas el sábado 9 de febrero.
Una de las docenas de servicios celebrados en todo el mundo, la Misa fue instituida en 1992 por el Papa San Juan Pablo II, como un medio para orar por los enfermos crónicos y por todos los enfermos alrededor del mundo, y coincide con la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, la cual se celebra el 11 de febrero. Típicamente las Misas incluyen el sacramento de la Unción de los Enfermos.
Este año el celebrante será el Obispo Auxiliar Eduardo A. Nevares, quien se unirá a una docena de otros sacerdotes en la administración del sacramento.
“Estamos encantados y humildemente entusiasmados. Son fenomenales las bendiciones de unirnos como comunidad Católica para ofrecer una humilde curación física y espiritual”, dijo Jeffries, nuevo presidente del capítulo de Phoenix de la Orden de Malta que organiza la Misa anual en la catedral.
La Orden de Malta es una orden religiosa laica Católica mundial, que busca, según su misión, “glorificar a Dios al promover la santificación de cada miembro, a través de su trabajo con los enfermos y los pobres y la defensa de la fe Católica”.
Inmediatamente después de la Misa, la orden y la diócesis llevarán a cabo una feria de salud en la que habrá puestos de información de varias agencias y entidades que promueven los servicios relacionados con la salud.
Los asistentes a la feria podrán recibir una medalla de Nuestra Señora de Lourdes bendecida por el Obispo Thomas J. Olmsted y una pequeña botella con agua de Lourdes, la pequeña ciudad francesa donde la Santísima Virgen María se apareció en numerosas ocasiones en 1858 a Santa Bernadette Soubirous, una niña campesina de 14 años.
Durante una de las apariciones, la Santísima Madre condujo a Bernadette a un manantial cuyas aguas han sido consumidas por miles de visitantes, quienes reportan sobre la curación de afecciones médicas a través del agua y la oración. Cada mayo la Orden de Malta lleva peregrinaciones anuales de curación a Lourdes.
“Esta es la liturgia de la unción; uno de los siete sacramentos de la Iglesia “, explicó Gabrielle Chung, una dama de la orden y presidenta de la Feria de Salud y Difusión de 2019.
“La unción se puede administrar a un miembro (de la fe) que ha alcanzado la edad de la razón y comienza a estar en peligro debido a una enfermedad o a la vejez”, añadió.
La unción se llevará a cabo siguiendo el Evangelio y comenzará con una invitación a los participantes para que se acerquen al altar. Aquellos que no pueden pararse físicamente o caminar, pueden permanecer en el vestíbulo o en sus sillas de ruedas o asientos, a donde se acercará algún sacerdote.
La Misa de 2018 congregó a casi 1,200 fieles, incluidos amigos, familiares y cuidadores de enfermos. Los cuidadores están invitados a acercarse al altar junto con los enfermos para ser bendecidos.
El Diácono Peter Auriemma de la Parroquia Santa Juana de Arco, quien es un médico retirado y ex jefe de urología de la Administración de Veteranos en Phoenix, dijo que el alcance del sacramento, anteriormente conocido como Extrema Unción, se ha ampliado con los años.
“A personas que van a someterse a alguna cirugía, o que padecen dolor crónico y enfermedades; no es solo para la persona que parece que va a morir. Ya no es para los momentos finales de la vida de una persona “, señaló el Diácono Auriemma, que también es un caballero en la orden.
Para aquellos que no puedan asistir, la Misa se transmitirá por segundo año consecutivo a través de la red EWTN y el Canal 7 de AZTV. También se transmitirá en vivo a través del sitio diocesano de Facebook y el canal de YouTube (@phoenixdiocese).
“Tengo la bendición de llevar la Cruz del dolor crónico”, enfatizó. Y concluyó: “Cada Misa, y ésta de manera especial, es una oportunidad para mí y para muchos otros hermanos Católicos con cruces mucho más pesadas, para acercarnos humildemente al altar de Dios y ofrecer amorosamente nuestro dolor por Su ayuda, nuestra santificación y Su obra santa”.